Desde la tranquila Sierra de Puebla, en el corazón de San Pablito, nos llena de alegría presentarte a Darina, una orgullosa artesana Otomí. Su camino está profundamente entrelazado con la naturaleza, las tradiciones ancestrales y el calor de su familia.

Darina comenzó su recorrido artístico a los 7 años, y desde hace 17 años ha volcado su corazón en su oficio. Su viaje creativo empezó con creaciones humildes, como pulseras de chaquira sencillas, guiada por las manos expertas de su madre. Su pasión por el arte nació no solo del amor al trabajo manual, sino también por necesidad, ya que su padre estuvo ausente.

Crear joyería con chaquiras es para Darina una fuente inagotable de alegría. Es un mundo que la llena de orgullo e inspiración. Para ella, ser artesana no es solo una elección; es una bendición profunda. Le encanta hacer aretes grandes e innovar con nuevos diseños, donde encuentra desafíos que la motivan y la belleza que emerge de ellos.

La vida en la Sierra le ofrece a Darina y su familia un refugio de paz, lejos del estrés de la ciudad. El aire puro de la montaña y la libertad que disfrutan sus hijas dentro de una comunidad unida y rica en tradiciones son tesoros invaluables. Lo que más valora de vivir en la Sierra es precisamente eso: la preservación de sus costumbres, su cultura y su conexión con la tierra.

Pero vivir en la Sierra también tiene sus retos. El acceso limitado a recursos y servicios básicos representa un desafío constante. Es complicado conseguir materiales para su trabajo, además de que los centros médicos, universidades, supermercados y escuelas están lejos de su alcance.

El camino de Darina entrelaza la riqueza de sus raíces, los lazos familiares y la calma de la vida en la montaña. En Mother Sierra, nos sentimos profundamente honrados de presentarte a Darina, una artesana otomí cuya dedicación va mucho más allá de la creación de piezas. Cada obra que crea es un homenaje a su herencia, un reflejo de la naturaleza que la rodea y un símbolo del poder que nace del amor familiar.